(Del programa La Poesía Toda de Radio Enciclopedia el 25 de junio de 2017)
La palabra infinito es infinita,
la palabra misterio es misteriosa.
Ambas son infinitas, misteriosas.
Sílaba a sílaba intentas convocarlas
sin que una luz anuncie su dominio,
una sombra señale a qué distancia de ellas
está la opacidad en que te mueves.
Van a algún punto del resplandor y anidan,
cuando las dejas libres en el aire,
esperando que un ala inexplicable
te lleve hasta su vuelo.
¿Es más que su sabor el gusto de la vida?
El 2 de noviembre de 1923 llegó a este mundo, en el seno de una familia culta y cosmopolita de la ciudad de Montevideo, Uruguay, Ida Vitale. Ella, incesante lectora y apasionada de la Historia. Estudió los diferentes niveles de enseñanza hasta graduarse en Humanidades, para luego, ejercer el magisterio.
Ida gusta de la poesía tras descubrir a las líricas rioplatenses, Delmira Agustini y María Eugenia Vaz Ferreira.
Entabló amistad con los escritores, José Bergamín y el español Juan Ramón Jiménez, este último la incluyó en una antología de jóvenes poetas en Buenos Aires, Argentina.
Ida Vitale pertenece a la denominada Generación del 45 en Uruguay, cuyos integrantes fueron parte de un fenómeno social, político y cultural de una influencia determinante en la identidad intelectual contemporánea de ese país. Entre estos, destacan los nombres de: Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Maggio e Idea Vilariño.
Corre el año 1973, Ida Vitale ejerce como profesora en la Universidad de su país, Uruguay, cuando se instaura una dictadura militar. Este acontecimiento fuerza a muchos intelectuales a emigrar al exilio, entre ellos, Ida Vitale, quien, finalmente se establece en México donde reside por una década. En 1984, regresó a Uruguay y dirigió la página cultural del semanario Jaque. Luego en 1989, se radica definitivamente en Austin, Texas, en los Estados Unidos de América.
Ida Vitale, una autora dueña de una lírica que examina críticamente el lenguaje y el mundo, tiene una constante en su obra: hacer consciente la pérdida del planeta, la irreparable escisión entre la Naturaleza y la especie humana; todo ello bajo un velo romántico.
Ida Vitale dio a conocer sus creaciones poéticas a partir del año 1949; desde entonces publica las siguientes colecciones: La luz de esta memoria, Palabra dada, Cada uno en su noche, Oidor andante, Jardín de sílice, Parvo reino, Sueños de la constancia, Procura de lo imposible, Reducción del infinito y El Abc de Byobu.
Ida Vitale con sus noventa y cuatro años, ha recibido varios galardones; entre ellos, el noveno Premio Internacional Octavio Paz, el Premio Internacional Alfonso Reyes, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2014. Dos años después, se le concedió el Premio de Poesía Federico García Lorca.
En su vocación por las letras, además de poesía, cultivó el ensayo e igualmente, en varios periódicos, hizo crítica literaria. También tradujo libros e impartió conferencias y lecturas, inclusive fue jurado de varios eventos literarios. En 2010 la Universidad de Montevideo, Uruguay, en donde ejerció el magisterio, le confirió el título, Doctor Honoris Causa.
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